Aguante Cultura



Graciela M. Fiardi



LOS HIJOS


Busqué en mis recuerdos
la sensación de parir
y sentí el llanto y el olor a la vida.
Sólo por un momento creí que me pertenecían...
luego abrí mis brazos y los dejé volar


*****


MI MADRE

Hay un olor dulzón
suave y fresco en el aire...
es octubre,
está lloviendo, el calorcito me abraza
.
Siento su presencia
aquí en la cocina,
que no es la misma,
pero es la nuestra...
la de sus mates, la de las charlas.
Hoy vino mi madre a visitarme
y caminamos juntas por los recuerdos,
esa zona de tristeza alegre,
de muerte que no duele,
de olor a comida casera
de un "hace tiempo" que fue ayer nomás
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu primer poema me recordó a la sabiduía del pájaro, que cuando ve al pichón capacitado para volar, lo hecha del nido.
En el segundo se vislumbra que has comprendido que la muerte no existe.
Tampoco la casualidad. Me alegro de haberte encontado.
Tu compañera y tocaya.